La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) comprende dos afecciones principales: la colitis ulcerosa (CUCI) y la enfermedad de Crohn. Ambas son enfermedades crónicas que afectan el tracto gastrointestinal y pueden causar síntomas debilitantes como diarrea, dolor abdominal, sangrado rectal y pérdida de peso.
El tratamiento de la EII requiere un enfoque integral que aborde los síntomas, controle la inflamación y mejore la calidad de vida del paciente. Esto puede incluir cambios en la dieta, medicamentos para reducir la inflamación y el dolor, así como terapias para modular el sistema inmunológico.
El manejo de la EII también implica un seguimiento regular con un gastroenterólogo especializado en enfermedades intestinales. Las pruebas de diagnóstico, como colonoscopias y pruebas de laboratorio, son esenciales para monitorear la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.
